lunes, 20 de septiembre de 2010

XXII Media Maratón de Valladolid


Pasaporte para NY conseguido: 1h23m. Lo reconozco: soy un llorón, pero de verdad que no creía que me fuera a costar tan poco bajar de 1h30m. Acompañado de Rafa, salimos con los buenos y desde el primer momento pude correr con total libertad. Tras un primer kilómetro desbocado (como casi siempre), me instalé en los 4 minutos por kilómetro y así hasta el final.
El día comenzó fresquito, pero el calor fue poco a poco apareciendo, sin llegar a molestar en ningún momento. El trazado de la carrera ha cambiado un poco respecto a los años anteriores, pero a mi me parece igual de llana que siempre, no sé. Hay alguna subida levísima y zonas adoquinadas, pero es un buen circuito para hacer marca.
La organización me pareció, como en años anteriores, a un buen nivel. Me permito sugerir (como casi siempre) que a algunos la talla XL no nos vale, pero qué se le va a hacer: ya tengo otra camiseta (un polo, mejor dicho) para regarlarle a algún amigo o familiar.
También tengo una propuesta para la RAE: donde dice que omnipresente es un atributo solo de Dios, que diga 'de Dios y de mi mujer y mis hijos'... Siempre les digo: podéis verme en cuatro sitios, pero acaban estando en diecinueve. Creo que corren más que algunos que terminan la carrera. Un día me lo van a considerar una forma de doping y me van a descalificar.
Comentario negativo: en la carrera me vi encerrado en grupo ávido de grandes marcas. Ya me fastidian los corredores que te adelantan y se estancan delante de ti a medio metro porque no pueden más, no digamos cuando es un grupo. Recibí algún codazo, se medio cerraban... no lo entiendo. Me tuve que descolgar y salir a un lado para poder correr tranquilo. Me dieron ganas de apretar y dejarlos en el sitio a todos.
Y como broche, las cervezas con los amigos de Maratid-Valladolid, que además de ser unos tíos majísimos y dominar el mix running+technology gadgets (apunta esto, Salva, te puede hacer falta), son unas verdaderas máquinas.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Test de Serrano

No hace demasiado se me ocurrió hacer el test de Serrano con el objetivo de predecir si terminaría la media maratón de Valladolid en menos de una hora y media o no. Si bien el test está pensado para maratón, no veía ningún problema en utilizarlo para media maratón (sé que es obvio que no es lo mismo, pero en el fondo pensaba que si pasaba un listón más alto, mayor sería la garantía).
Planteamiento del problema: necesito bajar de 1:30 para entrar en el cupo de participantes que obtienen da derecho a plaza en el maratón de Nueva York de 2011 por marca. Todo el mundo conoce la regla no escrita de que 1:30 en media maratón es "equivalente" a 3:10 en maratón. Según Purdy, mucho más preciso el hombre, 1:30 se corresponde con 3:10:02... 489,2 puntos.
A partir de aquí ya es aplicable el test. Se deben dar las primeras 15 vueltas a un ritmo de 1:44 por vuelta (4:20 por kilómetro). Y tras descansar minuto y medio, otras 15 vueltas a un ritmo de 1:33. Resultado:
Fracaso absoluto (fracaso gordo, al menos): el test de (jamón) Serrano me salió de (jamón) de York.
La tabla deja claro que a partir de la cuarta vuelta del segundo 6.000 ya no me era posible mantener el ritmo. Pero cualquier que lleve muchos kilómetros en las piernas lo sabe antes. De hecho, creo que lo sabía antes de empezar. Y de seguro, tras las primeras vueltas del primer 6.000.
El paso siguiente es siempre el mismo: ¿a qué puede deberse? Porque no me lo explico. Como ninguna razón es de gran peso, uno concluye que es la suma: el calor (nada excesivo), la falta de motivación (claro), el viento en contra (mentira gorda, apenas había viento), la falta de descanso (mira tú, esta razón me convence más)...
Concluyendo: de acuerdo al test, si solo he logrado bajar 13 segundos, debería pensar en bajar el ritmo para hacer 1:33 ó 1:34. El problema es que no me vale de nada y, de hecho, no me entra en la cabeza que no pueda bajar de 1:30. Un médico me dijo hace poco que no puedo pretender hacer con 45 años lo que hacía con 35, pero no lo pretendo en absoluto: me conformo con bajar de 1:30.
Ayer hice unas cuantas series. Es un circuito de casi 800 metros en el que hecho centenares de series durante años. Y los tiempos, a cuatro días de la media, no fueron nada malos. De hecho la última la hice a ritmo de 3:15. Por eso, aunque el de Serrano sigue pareciéndome un test muy válido, esta vez me aferraré al test de Manolo.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Achiperres

Estaba hace unos días removiendo el baúl de los achiperres de correr y me he encontrado un par de ellos un tanto curiosos; por eso los voy a comentar.
Antes que otra cosa, aclararé que la palabra achiperre no aparece en el diccionario de la RAE... aún. Al parecer, está prevista la aparición del vocablo archiperres, definido como ‘trastos, cosas inútiles’ en la próxima vigésimo tercera edición del DRAE. Hace tiempo que pensaba que esa palabra solo la usábamos mi madre, mi hermana y yo, pero afortunadamente me equivoqué.
La primera cosa inútil, en mi opinión es una pulserita para los pasos intermedios dado un objetivo en maratón. Recuerdo que la cogí en la feria del corredor del Maratón de San Sebastián, hace tres años o cuatro. Quizá para un principiante la idea no es mala, pero a la hora de la verdad, sobra.
Si vas corto de fuerza (y casi siempre terminas corto) deja de servir porque el tiempo ya no lo vas a recuperar; si con la experiencia logras ir al ritmo idóneo, lo suyo es mirar el cronómetro cada kilómetro, no guiarte por parciales. Aún así, reconozco que esto es solo una opinión.
El otro achiperre es un par de aquellas tiras adhesivas para la nariz que intentaron poner de moda para mejorar el caudal de aire que entraba por la nariz. En su día me puse alguna y recuerdo que el adhesivo era tan malo que duraba cinco minutos. Además, no entendía que si a mi nunca me faltaba aire pudiera necesitar ningún tipo de ayuda.
Curiosamente guardaba un par de ellas, conseguidas sin duda como promoción en alguna bolsa del corredor, y he comprobado cómo la moda pasó sin pena ni gloria. Eso sí, he probado una de ellas y he tenido que recurrir a ayuda externa para despegarla porque no había forma. Además, esta viene con una tira plástica de refuerzo que, efectivamente, consigue el objetivo: notas que entra más aire... otra cosa es que me haga falta.