martes, 26 de enero de 2010

Grandes misterios de la Humanidad: las agujetas


La Humanidad sigue sin resolver grandes incógnitas. Por ejemplo, ¿cómo escribían el cero los antiguos romanos? o ¿por qué la BIOS nos pide pulsar una tecla (Press any key to continue) cuando acaba de decirnos que no encuentra el teclado (Keyboard not installed)?

Pero mi incógnita desde hace días es mucho más dramática: ¿por qué tengo agujetas en los gemelos 8 días después de correr los 10 kilómetros de Alovera? No me habían durado tanto ni después de correr una maratón. O más bien, porque la causa me la imagino, ¿cómo hacer que desaparezcan?

He decidido adentrarme en los arcanos de las fibras musculares para buscar la explicación y tratar de darle solución. Antes de seguir, un aviso: no soy médico, siempre estoy al otro lado de la mesa (como asiduo paciente de traumatólogos y fisioterapeutas), así que todo lo que sigue no son opiniones autorizadas.

Resulta que las agujetas es el nombre coloquial que damos a un dolor muscular llamado dolor muscular de aparición tardía (DMAT) o dolor muscular post-esfuerzo de aparición tardía (DOMPAT). Estas siglas son solo para fardar, no dicen nada que no supiéramos. Tampoco es que agujeta me parezca un gran nombre: a mi no me parece un dolor parecido al de un pinchazo de aguja.


En la wikipedia se describen varias teorías sobre la causa de las agujetas. La teoría más aceptada es que son debidas a la rotura de microfibras musculares por hacer un ejercicio al que no están habituadas. Pero también he leído que la causa es la microrrotura o microdesgarro de fibras musculares. Lo cual me causa desasosiego: ¿se rompen un poco las fibras o se rompen mucho las microfibras? Igual da igual. Como corolario, deduzco que la rotura de fibras es lo peor que te puede pasar y la microrrotura de microfibras debe pasar desapercibida, excepto en caso de úlcera gastroduodenal.

A pesar de ello, parece fácil de entender: usas algo mucho y se rompe. Pero el artículo va más allá. También descarta la teoría clásica de la acumulación de ácido láctico, que nadie entendíamos en absoluto, pero que todos sabíamos explicar como si la hubiéramos parido.Resulta que ácido láctico no puede ser, entre otras razones, porque unos señores han mirado a unos deportistas con mucho cuidado y allí no había cristalitos. Luego estamos ante una leyenda urbana. Y lo más duro del asunto es que el remedio del vasito de azúcar ya no tiene ningún fundamento, porque no es cuestión de tragar glucosa. Yo era más de zamparme una napolitana que de beberme un vaso de agua dulce, lo que dice mucho de mi: si el remedio no funciona, por lo menos que esté rico. Pero ya no me vale la excusa.

Llegamos por fin al quid del asunto: si lo que pasa es que rompen las microfibras ¿cómo las reparamos? es decir ¿cómo podemos reducir su intensidad o acortar su duración? Pues exhaustivas investigaciones recomiendan darse masajes. Si no es suficiente, un poco de frío alivia el dolor y, cuando el dolor es intenso, algo de ibuprofeno es lo más recomendable. En resumen, y por este orden: masajes, frío e ibuprofeno.

Lamento no haber encontrado un remedio más definitivo, pero es lo que hay. No quiero terminar sin una perla que encontré buceando en algún foro:

...me encantan las agujetas, menos en los gemelos porque son peores que las de las piernas, que no te dejan andar y la de piernas andas mal pero andas.

domingo, 17 de enero de 2010

10 km. de Alovera

Hete aquí mi tipo de carrera preferida: asequible, sin errores de bulto y no masificada (410 almas, según la clasificación general). El tiempo (atmosférico) feo, pero podía haber sido peor: ni hacía viento ni llovía realmente. La temperatura, unos siete grados.

El circuito consistía en tres vueltas iguales por el pueblo de Alovera, con una distancia total bien medida (a decir de la mayoría) y kilómetros (salvo el cuarto) bien señalizados.

Y la bolsa de regalos, más que aceptable. Un 9 al club de atletismo de Alovera. Hemos corrido con chips de ConChip, en cuya web tenemos la clasificación.

Al hacer la inscripción, te pedían una estimación del tiempo: marqué la opción entre 38' y 40'. Clavado: 38'55'', un ritmo medio de 3'53''. Me hubiera gustado equivocarme y que fuera menos, pero habrá que ir pasito a pasito. No está mal 533 purdies para empezar.

domingo, 10 de enero de 2010

Buenas intenciones


Al contrario que la mayoría de los bípedos, me levanté el día 1 de enero con la sana intención (masticada y digerida desde hace meses) de hacer en 2010, deportivamente hablando, menos de lo que me habría propuesto en cualquier otro año anterior. Bajé el listón por primera vez, vaya. Es lo que tienen la edad y las lesiones. Una vez asumidos como inevitables los problemas de las rodillas, solo me queda correr menos, menos kilómetros y menos rápido... pero nadie me ha dicho que no pueda pedalear y nadar más. De forma que busqué un plan de triatleta principiante que me pareciera asequible y... mañana es el día.

Ciertamente no empiezo de cero. He entrenado suavemente en los últimos dos meses. E incluso corrí la San Silvestre de Azuqueca de Henares y subí al Ecce Homo al día siguiente. Y disfruté, como siempre, claro. Más despacio, pero disfruté. En la primera carrera no tanto por mi como por mi hija, que incluso se trajo un trofeo a casa; en la segunda por volver a coincidir con tantos conocidos.

Animado, volví a mirar calendarios de carreras y me encontré con los 10 km. de Alovera el próximo 17 de enero, aquí al lado. Y tirando un poco más del hilo, me encontré con el I Circuito de Carreras Populares de Guadalajara, del que forma parte la carrera. Y me ilusionó al instante: carreras "cortas", competitividad (puntos) asegurada y lugares bonitos de la provincia vecina que revisitar con la familia. Hecho para mi, sin duda. Y ya me he inscrito, en la carrera y en el circuito.

No sé con qué frecuencia publicaré en este blog, pero al menos quiero hacerlo para comentar cada una de las cinco carreras del circuito:
  1. Alovera (17 de enero)
  2. Pastrana (21 de febrero)
  3. Torija (18 de abril)
  4. Yunquera (23 de mayo) y
  5. Villanueva de la Torre (20 de junio)
Ci vediamo.