lunes, 19 de abril de 2010

IV Miria Villa de Torija

De no haber sido por la lluvia, la de Torija hubiera sido una carrera más. Sencilla, poco masificada, tranquila y sin mucha más historia. Todo bastante normal, aceptable. El problema fue que llovió. En muchas carreras nos llueve y no pasa nada, pero ayer sí.
Sucedió que al comenzar la segunda vuelta empezó a llover a cántaros. Y de cara. Nunca había sentido dolor en los ojos de esa manera. Quizá solo me pasó a mi, pero fue verdaderamente desagradable. No es culpa de nadie, por supuesto.
Pero peor fue lo que pasó más tarde frente a la tienda de Celestino Viejo. El suelo (una maldita esquina que debería haber estado señalizada) era de terrazo. Y con la lluvia era como una plancha de hielo. Yo me caí, se cayó el que me seguía y los que le seguían no se cayeron porque nos vieron caer. Hubo muchas más caídas, desconozco si en el mismo sitio o en otro.
Afortunadamente, lo que pudo ser un accidente severo para alguien creo que quedó en magulladuras nada más. Espero que en próximas ediciones no vuelva a pasar.
Mi tiempo, unos segundos más que en Alovera, pero aceptable si tenemos en cuenta la lluvia y las cuestas.