lunes, 22 de noviembre de 2010

Homenaje a mis Mizuno


Desde primeros de junio llevo la misma rutina: al final de cada semana planifico los entrenamientos de la siguiente. Casi desde el principio con la vista puesta en la maratón de Castellón. La semana pasada fue dura por varias razones. Como esta semana quería hacer 75 kilómetros, para hoy lunes había dejado 10 kilómetros tranquilos.
Pero antes de la comida ya había decidido hacer pellas; y cuando he terminado de comer (a las 16:30) lo tenía aún más claro. Pero no sé cómo ni por qué, antes de las 18:00, ya estaba listo para salir hacia el arboreto, a darle cinco vueltas (de 1.800 metros). Hubiera sido un entrenamiento más y, como tal, no habría aparecido en este blog, pero no lo ha sido.
Cuando he ido a ponerme las zapatillas me he dado cuenta de que las suelas de las Mizuno ya no estaban para más batallas, que el riesgo de lesión era evidente, así que he decidido hacerles un homenaje cariñoso.
Ni los ravioli a medio digerir, ni los 22 kilómetros de ayer, ni ls oscuridad lo han podido impedir: las dos primeras vueltas, con luz todavía aceptable, han caído a 4:32 y 4:26; en la tercera ya veía que no iba a ver, pero ha salido a 4:20; en la cuarta iba casi a tientas, pero el ritmo ha vuelto a mejorar: 4:13 y en la última, mirando al frente para ver algo (porque los ojos ya no ven con la escasa luz que llega del suelo), 3:50.
Las compré en Bikila, poco antes de la maratón de Sevilla. Creo que al final no me atreví a salir con ellas porque las compré pocos días antes. Pero de lo que no me olvido es de que el único 15.000 que he corrido en mi vida, en Tres Cantos, en enero, lo corrí con ellas. Y de que me fastidió que se mancharán, tan blanquitas entonces ellas, por culpa de los charcos. Y sobre todo recuerdo que a pesar del frío, los charcos y las cuestas, bajé sobradamente de 54 minutos, probablemente una de las mejores marcas de mi vida.
Ahí queda mi agradecimiento, chicas. Es por vosotras que Mizuno es una de mis marcas favoritas.

domingo, 14 de noviembre de 2010

3x10000 (XI Carrera Popular GRUTEAR)


Lo de hoy no ha sido un entrenamiento premeditado, solo una serie de circunstancias bien planificadas.
Nunca he logrado entender algo que me parece contradictorio: suele decirse que para preparar un maratón las tiradas largas no deben superar los 26 ó 28 kilómetros (seguro que se lo leí una vez a Martín Fiz) y también suele decirse que para bajar de tres horas hay que llegar a pasar de 100 kilómetros semanales (y más). La única solución a la ecuación es que corras prácticamente todos los días. Y eso va contra otra máxima no escrita: para asimilar los entrenamientos hay que descansar. Para mi gusto, esta es la única absolutamente cierta.
Esto viene a cuento porque hoy había planificado hacer 30 kilómetros por libre (ni los 26 de alguna ocasión ni los 34 que llegué a hacer en mis primeras maratones). Unos buenos compañeros de mi ex-equipo decidieron correr los 10 km. de la XI carrera popular GRUTEAR y entonces decidí animarme. Como tenía que entregarles los dorsales con tiempo, planifiqué hacer 10 kilómetros suaves hasta las 10:00, entregarles los dorsales, hacer otros 10 km. un poco más alegres hasta la salida de la carrera y, para terminar, 10 km. más al ritmo elegido: 4:00. Esto explica el título.
Y el resultado ha salido casi bordado:
  • 10.6 km. a 4:54
  • 9 km. a 4:40 
  • 10 km. a 4:00 (exactos: 40 minutos clavados)
La carrera sigue como siempre: muchas cosas bien y algunas mejorables. Quizá lo peor (e inevitable) son las fuertes curvas, con el suelo mojado para fastidiar más. Aún así, una buena carrera.
Enhorabuena a Miguel Ángel y a Jesús 8-) por sus 40 minutos y a Marisa por su octava posición en la clasificación femenina.