viernes, 31 de diciembre de 2010

XXXI San Silvestre Vicalvareña


Terminó el año deportivo con esta fantástica San Silvestre. Como todo él, el colofón no pudo ser más didáctico. No recuperado del todo de la maratón y tras una semana subiendo y bajando las duras cuestas de Txurdinaga, terminé mi San Silvestre con las rodillas doloridas. Fue como recibir una buena colleja de las que daban antes los profesores: sin doler demasiado, te deja clarito que aquí mandan las rodillas.
Y finalmente, decir que para los que no valoramos una carrera por el número de participantes (más bien al contrario), y sin embargo apreciamos que se haga magia con cinco euros de inscripción, solo nos queda agradecérselo a la Asociación de Vecinos y al Club de Atletismo de Vicálvaro y pedirles que sigan así unas cuantas décadas más por lo menos.
Que el 2011 nos traiga todo lo que merezcamos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

I Maratón de Castellón


Una organización perfecta, un día perfecto, un recorrido muy llano (cuidado: no hay pendientes relevantes, pero no es llano), pero salió mal.
El primer kilómetro lo hice rodeado de gente, lo que evitó pasar de los 4' por kilómetro. A partir de ahí, como siempre, a mirar el reloj para no animarse demasiado. A partir del 7 u 8 se empiezan a estabilizar los grupos. Tenía uno detrás y otro delante. Elegí mal: decidí coger al de delante. Hice un kilómetro en 3:40, pero  creo que el tramo en que les alcance me debí poner por debajo de 3:30. Y creo que ese fue mi error. Porque además me había propuesto ir a 4'05".
Pasamos los primeros 10 km. en 39'06". Poco después empecé a sentir molestias en el isquiotibial derecho: me estaba avisando. En el 14, en El Grao, entendí que había que reducir. Aún así, en el 15 se contracturó y se acabó la ilusión de tantos meses. Paré, estiré todo lo que pude, me aplicaron réflex, me dieron un masajito y seguí al trote. Estaba a 4 kilómetros de Castellón y había que volver.
Durante esos kilómetros no quería, pero estaba convencido de que tendría que abandonar. Blasfemaba para mis adentros. Hacia el 19 me sentía constantemente en el límite (el ritmo rondaría los 4'20"), pero de nuevo empecé a pensar en terminar y al llegar a la media (1h28'28") ya había decidido seguir. Me acerqué mi mujer, le dije al oido lo que me había pasado, ella me besó y quedó claro qué había que hacer.
Tuve que parar más veces, la peor en el 26, otra vez a estirar. A partir de ahí a progresar poco a poco y volver a coger confianza. Josito me alcanzó y saludó hacia el 27 ó 28 (igual si le hubiera ayudado a bajar de 3 horas, él lo habría conseguido y yo no me habría lesionado, pero...).
Hacia el 35 se pasaba por la Plaza de la Paz. Fue el momento más emotivo, sin duda. Un pasillo de centenares de personas animándome, algunos gritando mi nombre. Y todo gracias a esa sencilla idea de grabar tu nombre en el dorsal. Creo que les lancé un beso con la mano y la respuesta fue atronadora. Inolvidable. Metros después, pasó de nuevo un patinador ofreciendo réflex en el mejor momento, porque me había vuelto a animar.
A partir de ahí ya solo quedaba dejarse llevar. Bajar de 3 horas era imposible ya, bajar de 3:10 debería ser fácil. Sentía el cuádriceps izquierdo excepcionalmente cargado, supongo que porque llevaba más de 20 kilómetros quitándole trabajo a la pierna derecha. Cuando quedaba poco más de un kilómetro alcancé a Josito, quien me volvió a reconocer.
La llegada estaba a un kilómetro, el pasillo final era espectacular, lo habría disfrutado infinitamente más bajando de 2:55, pero al menos pude apretar sin empeorar nada. Fueron 3h05'01" y este es el video de la llegada.

Gracias, Castellón


Simplemente, un 10 para el I Maratón de Castellón.
No he corrido ninguna de las grandes maratones que la mayoría no conocemos (Nueva York, Boston, Londres, Berlín...), pero dudo que puedan dar mucho más por el corredor que lo que ayer nos dieron la ciudad de Castellón y su primer Maratón. Las maratones míticas serán seguramente mejores en muchas cosas, pero en lo que no pueden ganarle es en el ansia de hacer una carrera inolvidable, a la altura del esfuerzo que hacemos los que participamos en ella.
Ese era ayer el comentario general. Hacia el kilómetro 30 iba de charla con un miembro de la organización y le hice llegar mi único comentario negativo: el modelo de chip, mucho más incómodo de colocar. Algo tan ridículo como eso es lo único que puedo considerar fallo.
Intentaré resumir, sin orden ni concierto: el trato especial en el hotel (la primera vez que me dejan volver y ducharme), el precio irrisorio por dejar el coche en garaje todo el fin de semana, la animación durante toda la carrera (con un speaker de lujo que animaba la salida y nos animaba uno por uno a la llegada), los avituallamientos más que completos (geles, barritas, fruta, isotónicas...), la señalización perfecta (hasta donde puedo hablar, dejé de mirar el reloj cuando tuve que caminar), los patinadores arriba y abajo ofreciendo réflex (gracias, chavales, llegué gracias a vosotros), la cuidada bolsa de regalos, el detalle de intercambiar la fianza del chip por camiseta solidaria, el avituallamiento colosal a la llegada (fruta, empanada, cervezas, dulces, refrescos...), la calidad de la web y de su información, los centenares de colaboradores, los fisios (en otras maratones he visto bastantes más aprendices que en esta)... y seguro que olvido muchas cosas importantes.
Dejo para el final un detallito: el dorsal. Es la primera vez que ponen mi nombre en él. Sin duda alguna, sirvió para que mi tiempo no fuera aún peor. Pude comprobar que no es lo mismo que te animen que ser jaleado por tu nombre. Oí "Manuel" docenas de veces, incluso algunos adivinaron que yo prefería oír "Manolo". Supongo que no leerán esto, pero les doy las gracias de corazón.
Hasta hoy consideraba los pasos por la Puerta del Sol los más emotivos de cuantos había corrido, pensaba que esa sensación era la que sentirían los ciclistas cuando escalan hacia Los Lagos de Covadonga o de nuestros maratonianos entrando en un estadio olímpico. Pero desde ayer, mi mejor recuerdo será el paso por la Plaza de la Paz de Castellón.
Gracias, Castellón.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Las contradicciones del maratón


Quedan menos de cuatro días ya para un nuevo maratón. Es curioso volver a estar nervioso por algo tan irrelevante como lo debería ser una carrera para un corredor popular, pero la contradicción está en su esencia.
Sé que cuando empiece a tragar los primeros kilómetros miraré el reloj para no superar el ritmo previsto… pero sé que no lo conseguiré.
Sé que intentaré convencerme de que es mejor reservar… pero sé que me responderé que no me cuesta nada ir a ese ritmo.
Sé que cuando llegue a la mitad del recorrido me sentiré invencible porque aún no siento el menor cansancio… pero sé que me diré que lo contrario sería la primera señal del fracaso.
Sé que cuando llegue al kilómetro 32 buscaré a mi mujer y le sonreiré con cara de misión cumplida… pero me diré, como siempre, que me queda lo verdaderamente difícil.
Sé que cuando llegue al kilómetro 38, ya se me habrá pasado por la cabeza varias veces reducir el ritmo… pero sé que me gritaré que no he entrenado durante meses para aflojar ahora.
Sé que cuando cruce la meta volveré a sentirme el mejor atleta del mundo durante unos minutos… pero después despertaré  y pensaré que todos los que han llegado y seguirán llegando son los mejores atletas del mundo.
Y sé que más tarde, recuperado hasta donde es posible recuperarse en unas horas, ya estaré pensando en la próxima, que quiero que sea Nueva York.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Céteris páribus, 2:55


Quedan 10 días para volver a recorrer la distancia mítica. Será la novena vez. No son muchas si se compara con las de muchos compañeros, pero suponen experiencia suficiente para saber que lo normal es que baje de tres horas sin problemas. Aún así, fiel a mi asignatura preferida, hoy, 10 días antes del gran día, he vuelto a consultar el oráculo a través del test de Serrano.
Y el test de Serrano ha salido pata negra, como puede verse en la tabla (no entro a explicarlo, los pocos que leéis esto, seguro que lo conocéis; y si no, preguntarle a don Google).
A mi me da una confianza total. Ahora solo queda esperar que los demás factores no alteren la predicción y que solo dependa de mi. En resumen que, céteris páribus, en Castellón caerán los 2:55.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Homenaje a mis Mizuno


Desde primeros de junio llevo la misma rutina: al final de cada semana planifico los entrenamientos de la siguiente. Casi desde el principio con la vista puesta en la maratón de Castellón. La semana pasada fue dura por varias razones. Como esta semana quería hacer 75 kilómetros, para hoy lunes había dejado 10 kilómetros tranquilos.
Pero antes de la comida ya había decidido hacer pellas; y cuando he terminado de comer (a las 16:30) lo tenía aún más claro. Pero no sé cómo ni por qué, antes de las 18:00, ya estaba listo para salir hacia el arboreto, a darle cinco vueltas (de 1.800 metros). Hubiera sido un entrenamiento más y, como tal, no habría aparecido en este blog, pero no lo ha sido.
Cuando he ido a ponerme las zapatillas me he dado cuenta de que las suelas de las Mizuno ya no estaban para más batallas, que el riesgo de lesión era evidente, así que he decidido hacerles un homenaje cariñoso.
Ni los ravioli a medio digerir, ni los 22 kilómetros de ayer, ni ls oscuridad lo han podido impedir: las dos primeras vueltas, con luz todavía aceptable, han caído a 4:32 y 4:26; en la tercera ya veía que no iba a ver, pero ha salido a 4:20; en la cuarta iba casi a tientas, pero el ritmo ha vuelto a mejorar: 4:13 y en la última, mirando al frente para ver algo (porque los ojos ya no ven con la escasa luz que llega del suelo), 3:50.
Las compré en Bikila, poco antes de la maratón de Sevilla. Creo que al final no me atreví a salir con ellas porque las compré pocos días antes. Pero de lo que no me olvido es de que el único 15.000 que he corrido en mi vida, en Tres Cantos, en enero, lo corrí con ellas. Y de que me fastidió que se mancharán, tan blanquitas entonces ellas, por culpa de los charcos. Y sobre todo recuerdo que a pesar del frío, los charcos y las cuestas, bajé sobradamente de 54 minutos, probablemente una de las mejores marcas de mi vida.
Ahí queda mi agradecimiento, chicas. Es por vosotras que Mizuno es una de mis marcas favoritas.

domingo, 14 de noviembre de 2010

3x10000 (XI Carrera Popular GRUTEAR)


Lo de hoy no ha sido un entrenamiento premeditado, solo una serie de circunstancias bien planificadas.
Nunca he logrado entender algo que me parece contradictorio: suele decirse que para preparar un maratón las tiradas largas no deben superar los 26 ó 28 kilómetros (seguro que se lo leí una vez a Martín Fiz) y también suele decirse que para bajar de tres horas hay que llegar a pasar de 100 kilómetros semanales (y más). La única solución a la ecuación es que corras prácticamente todos los días. Y eso va contra otra máxima no escrita: para asimilar los entrenamientos hay que descansar. Para mi gusto, esta es la única absolutamente cierta.
Esto viene a cuento porque hoy había planificado hacer 30 kilómetros por libre (ni los 26 de alguna ocasión ni los 34 que llegué a hacer en mis primeras maratones). Unos buenos compañeros de mi ex-equipo decidieron correr los 10 km. de la XI carrera popular GRUTEAR y entonces decidí animarme. Como tenía que entregarles los dorsales con tiempo, planifiqué hacer 10 kilómetros suaves hasta las 10:00, entregarles los dorsales, hacer otros 10 km. un poco más alegres hasta la salida de la carrera y, para terminar, 10 km. más al ritmo elegido: 4:00. Esto explica el título.
Y el resultado ha salido casi bordado:
  • 10.6 km. a 4:54
  • 9 km. a 4:40 
  • 10 km. a 4:00 (exactos: 40 minutos clavados)
La carrera sigue como siempre: muchas cosas bien y algunas mejorables. Quizá lo peor (e inevitable) son las fuertes curvas, con el suelo mojado para fastidiar más. Aún así, una buena carrera.
Enhorabuena a Miguel Ángel y a Jesús 8-) por sus 40 minutos y a Marisa por su octava posición en la clasificación femenina.

sábado, 30 de octubre de 2010

Doña Pilar... yo tenía razón


Era yo, por entonces, un chaval de 8 ó 9 años. Colegio Lux, Alcalá de Henares, a principios de los 70 nada menos. Habíamos terminado de practicar la lectura, con un libro de texto que quizá alguien recuerde: CIMA. Contaba que cierto soldado griego, un tal Filípides, había fallecido tras recorrer una burrada de kilómetros para dar la noticia de la victoria de los griegos contra los persas. Doña Pilar, la profesora, nos preguntó si aquello había valido la pena.
Recuerdo bien que respondí que sí. No sé por qué, supongo que intuía que tenía que haber alguna razón. No recuerdo en absoluto las palabras de Doña Pilar, pero la impresión que me quedó grabada fue la de que Doña Pilar pensaba que había gente tonta, gente imbécil... y soldados griegos. Con el paso de los años vas conociendo a mucha buena gente que piensa más o menos como Doña Pilar: lo de que alguien se tome en serio lo de correr 42 kilómetros y pico es razón más que suficiente para irse al médico cuanto antes, a ver si se puede salvar algo todavía.
Sucedió muchos años después, siendo ya padre, que decidí explicarle a mi hijo el porqué de llamar maratón a una carrera de 42 kilómetros y 195 metros. Nos sentamos delante de la wikipedia y, de golpe, tantos años después, supe que Filípides había tenido una buena razón (la mejor de las razones, sin duda) para haber dado su vida corriendo. Resultó curioso comprobar que yo tenía razón... ¡30 años más tarde!
Pero, en el fondo, tampoco me sorprendió demasiado tener razón. Desde que terminé mi primera maratón tuve la certeza absoluta de que terminar una maratón siempre valió, vale y valdrá la pena. Pero eso sí, Doña Pilar, la disculpo a Usted porque hace falta vivir tal experiencia para entenderlo.

domingo, 17 de octubre de 2010

I Cross Parque Los Cerros


Supongo que este es el nombre oficial de esta carrera, pues es lo que pone en la camisetilla que nos han regalado. 150 corredores en un día y un lugar perfectos. No siempre puede uno salir trotando de casa hasta la línea de salida y otro tanto para volver. En mi opinión, bien todo: el lugar, la señalización, la información previa, el avituallamiento, el precio (hoy he sabido que los clásicos 10 kilómetros de GRUTEAR son de pago desde el año pasado)...
El recorrido, 8 kilómetros de subidas y bajadas a partes iguales, muy exigente, pero con la ventaja de conocer cada cuesta y cada curva. Me he pegado a los mejores y a partir del 6 kilómetro ya no he podido seguir su ritmo. Aún así, aún yendo a menos, estoy muy satisfecho: me había propuesto bajar de 32' y he llegado en 30'30". Por cierto, que los parciales lo dicen todo del perfil: 3:32, 3:59, 4:13, 3:24, 3:48, 4:22, 3:45 y 3:27. Si no estoy mal informado, más de la mitad de los 10 primeros eran veteranos (cuánto valemos 8-). Hoy mismo me inscribo para el maratón de Castellón.

Al terminar, charla animada con muchos conocidos. Larga vida a esta I Carrera del Parque de Los Cerros que ha nacido hoy.

martes, 5 de octubre de 2010

X Trofeo Ciudad de Alcalá de Henares

Una vez superado el shock de leer que desde el Ayuntamiento se apuesta por el deporte, que se esfuerzan en crear nuevas instalaciones y mejorar las existentes, en fomentar el deporte de base e impulsar la celebración de competiciones y campeonatos para crear afición (buf, lo que hay que leer), decidí medir el recorrido dibujado en el panfleto de inscripción. Y salían 9.600 metros. Pensé que era para (empezar a ) compensar los centenares de metros que nos habían hecho correr en ediciones anteriores.
Pero como nadie es perfecto, y esta carrera menos, hete aquí que el recorrido, en lugar de virar en Luis de Madroña, como estaba dibujado y era tradición, viraba 200 metros más lejos, en la calle de la Sociedad de Condueños, lo que suponía 400 metros más de recorrido y, por fin ¡un 10.000 con 10.000 metros!
Por criticarla un poquito más, diría que no es necesario (Art. 13) prometer que todos los participantes recibirán un completo avituallamiento de agua, refrescos y productos energéticos a la llegada a META. De verdad que una carrera gratuita no tiene nada más obligación que asegurar el agua, por pura humanidad. Lo que no es serio es llamar completo avituallamiento al agua y al Aquarius. Aún así, gracias por ello.
Lo mejor de la carrera fue, sin duda, la enorme cantidad de conocidos: ex-compañeros de trabajo, compañeros de domingos por la mañana, vecinos de Torrejón... Aunque el viento molestaba un poco, no hizo mal tiempo; y tampoco yo hice mal tiempo: 37:20. Esto ya empieza a pintar que no habrá problemas en bajar de 3 horas en la próxima maratón...

lunes, 20 de septiembre de 2010

XXII Media Maratón de Valladolid


Pasaporte para NY conseguido: 1h23m. Lo reconozco: soy un llorón, pero de verdad que no creía que me fuera a costar tan poco bajar de 1h30m. Acompañado de Rafa, salimos con los buenos y desde el primer momento pude correr con total libertad. Tras un primer kilómetro desbocado (como casi siempre), me instalé en los 4 minutos por kilómetro y así hasta el final.
El día comenzó fresquito, pero el calor fue poco a poco apareciendo, sin llegar a molestar en ningún momento. El trazado de la carrera ha cambiado un poco respecto a los años anteriores, pero a mi me parece igual de llana que siempre, no sé. Hay alguna subida levísima y zonas adoquinadas, pero es un buen circuito para hacer marca.
La organización me pareció, como en años anteriores, a un buen nivel. Me permito sugerir (como casi siempre) que a algunos la talla XL no nos vale, pero qué se le va a hacer: ya tengo otra camiseta (un polo, mejor dicho) para regarlarle a algún amigo o familiar.
También tengo una propuesta para la RAE: donde dice que omnipresente es un atributo solo de Dios, que diga 'de Dios y de mi mujer y mis hijos'... Siempre les digo: podéis verme en cuatro sitios, pero acaban estando en diecinueve. Creo que corren más que algunos que terminan la carrera. Un día me lo van a considerar una forma de doping y me van a descalificar.
Comentario negativo: en la carrera me vi encerrado en grupo ávido de grandes marcas. Ya me fastidian los corredores que te adelantan y se estancan delante de ti a medio metro porque no pueden más, no digamos cuando es un grupo. Recibí algún codazo, se medio cerraban... no lo entiendo. Me tuve que descolgar y salir a un lado para poder correr tranquilo. Me dieron ganas de apretar y dejarlos en el sitio a todos.
Y como broche, las cervezas con los amigos de Maratid-Valladolid, que además de ser unos tíos majísimos y dominar el mix running+technology gadgets (apunta esto, Salva, te puede hacer falta), son unas verdaderas máquinas.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Test de Serrano

No hace demasiado se me ocurrió hacer el test de Serrano con el objetivo de predecir si terminaría la media maratón de Valladolid en menos de una hora y media o no. Si bien el test está pensado para maratón, no veía ningún problema en utilizarlo para media maratón (sé que es obvio que no es lo mismo, pero en el fondo pensaba que si pasaba un listón más alto, mayor sería la garantía).
Planteamiento del problema: necesito bajar de 1:30 para entrar en el cupo de participantes que obtienen da derecho a plaza en el maratón de Nueva York de 2011 por marca. Todo el mundo conoce la regla no escrita de que 1:30 en media maratón es "equivalente" a 3:10 en maratón. Según Purdy, mucho más preciso el hombre, 1:30 se corresponde con 3:10:02... 489,2 puntos.
A partir de aquí ya es aplicable el test. Se deben dar las primeras 15 vueltas a un ritmo de 1:44 por vuelta (4:20 por kilómetro). Y tras descansar minuto y medio, otras 15 vueltas a un ritmo de 1:33. Resultado:
Fracaso absoluto (fracaso gordo, al menos): el test de (jamón) Serrano me salió de (jamón) de York.
La tabla deja claro que a partir de la cuarta vuelta del segundo 6.000 ya no me era posible mantener el ritmo. Pero cualquier que lleve muchos kilómetros en las piernas lo sabe antes. De hecho, creo que lo sabía antes de empezar. Y de seguro, tras las primeras vueltas del primer 6.000.
El paso siguiente es siempre el mismo: ¿a qué puede deberse? Porque no me lo explico. Como ninguna razón es de gran peso, uno concluye que es la suma: el calor (nada excesivo), la falta de motivación (claro), el viento en contra (mentira gorda, apenas había viento), la falta de descanso (mira tú, esta razón me convence más)...
Concluyendo: de acuerdo al test, si solo he logrado bajar 13 segundos, debería pensar en bajar el ritmo para hacer 1:33 ó 1:34. El problema es que no me vale de nada y, de hecho, no me entra en la cabeza que no pueda bajar de 1:30. Un médico me dijo hace poco que no puedo pretender hacer con 45 años lo que hacía con 35, pero no lo pretendo en absoluto: me conformo con bajar de 1:30.
Ayer hice unas cuantas series. Es un circuito de casi 800 metros en el que hecho centenares de series durante años. Y los tiempos, a cuatro días de la media, no fueron nada malos. De hecho la última la hice a ritmo de 3:15. Por eso, aunque el de Serrano sigue pareciéndome un test muy válido, esta vez me aferraré al test de Manolo.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Achiperres

Estaba hace unos días removiendo el baúl de los achiperres de correr y me he encontrado un par de ellos un tanto curiosos; por eso los voy a comentar.
Antes que otra cosa, aclararé que la palabra achiperre no aparece en el diccionario de la RAE... aún. Al parecer, está prevista la aparición del vocablo archiperres, definido como ‘trastos, cosas inútiles’ en la próxima vigésimo tercera edición del DRAE. Hace tiempo que pensaba que esa palabra solo la usábamos mi madre, mi hermana y yo, pero afortunadamente me equivoqué.
La primera cosa inútil, en mi opinión es una pulserita para los pasos intermedios dado un objetivo en maratón. Recuerdo que la cogí en la feria del corredor del Maratón de San Sebastián, hace tres años o cuatro. Quizá para un principiante la idea no es mala, pero a la hora de la verdad, sobra.
Si vas corto de fuerza (y casi siempre terminas corto) deja de servir porque el tiempo ya no lo vas a recuperar; si con la experiencia logras ir al ritmo idóneo, lo suyo es mirar el cronómetro cada kilómetro, no guiarte por parciales. Aún así, reconozco que esto es solo una opinión.
El otro achiperre es un par de aquellas tiras adhesivas para la nariz que intentaron poner de moda para mejorar el caudal de aire que entraba por la nariz. En su día me puse alguna y recuerdo que el adhesivo era tan malo que duraba cinco minutos. Además, no entendía que si a mi nunca me faltaba aire pudiera necesitar ningún tipo de ayuda.
Curiosamente guardaba un par de ellas, conseguidas sin duda como promoción en alguna bolsa del corredor, y he comprobado cómo la moda pasó sin pena ni gloria. Eso sí, he probado una de ellas y he tenido que recurrir a ayuda externa para despegarla porque no había forma. Además, esta viene con una tira plástica de refuerzo que, efectivamente, consigue el objetivo: notas que entra más aire... otra cosa es que me haga falta.

domingo, 29 de agosto de 2010

XXV Vuelta al Monte de Valdilecha

Hoy he participado en la primera carrera del nuevo proyecto, como diría aquel impresentable presidente del Atlético. Llevo ya semanas entrenando y el de hoy era un test para ver si progresaba adecuadamente.
La carrera, no me ha pillado por sorpresa, empieza con tres kilómetros de subida, después es un continuo subir y bajar cuestas de poca pendiente, para terminar con más de tres kilómetros de descenso hasta la llegada. Seguimos en agosto, ya por poco tiempo, pero en agosto: así que el calor no ha faltado. Sombras, casi ninguna. Avituallamientos al final de la subida y al comienzo del descenso final. Y todo el recorrido por carretera local. Durilla y fea, en resumen.
Participantes no pasaríamos mucho del centenar, pero nivel había, sin duda. Es lo que pasa cuando hay premios en metálico.
He tardado 45 minutos en terminar los 11 kilómetros, lo cual me deja relativamente tranquilo de cara a bajar de 1:30 en la media de Valladolid (y pensar que -salvo en la primera media que corrí, allá por 1995 en Coslada- siempre he bajado de 1:30 sin problemas).
Supongo que he subido excesivamente suave la cuesta inicial (4:40). A partir de ahí, todos los kilómetros por debajo de 4:00, claro. Lo único malo, la rodilla: tengo que empezar a correr -no solo entrenar- con rodillera, me parece.

domingo, 20 de junio de 2010

II Carrera Popular Villanueva de la Torre

Se terminó el circuito Recorre Guadalajara. Ha valido la pena. La carrera de hoy ha estado a la altura de todas las demás. Cuando tienes centenares de chalets, el recorrido no puede ser bonito, y siempre hay algo que mejorar, pero la verdad es que los que organizan lo hacen lo mejor que pueden y el resultado es más que satisfactorio: carreras cronometradas, no masificadas, facilidad para inscribirse, precio asequible, camiseta de calidad, avituallamiento... pero donde se han salido es con la sorpresa del final.
Mira que defiendo que uno corre por el hecho de superarse, no por los regalos, pero si te regalan una sandía... la cosa cambia. También la bolsa para las zapatillas es un regalo sencillo, pero francamente útil. Pensado, vamos, no porque le sobraba a algún promotor.
La verdad es que esperaba hacer mejor tiempo. Se puede decir que no he mejorado nada en estos meses, pero tampoco es de extrañar cuando no he entrenado ni más ni mejor.
La conclusión final es que la rodilla está como está, que no va a mejorar ya y que cualquier cosa que sea correr menos lo agradecerá. Y en esas estamos: ya estoy inscrito a clases de perfeccionamiento en natación y a punto de comprar una nueva bicicleta. No obstante, no renuncio a correr el maratón de Nueva York en 2011. Y para ello el plan es bajar de 3h10' a finales de este año. Si no fuera por la rodilla, lo daría por un simple trámite, pero está por ver. Seguramente sean mis últimos maratones, pero la buena noticia es que hay deporte más allá de la carrera a pie.
Hasta finales de julio (o agosto).

lunes, 31 de mayo de 2010

Entrenamiento de placer


Ayer decidí hacer una ruta circular que ya había hecho andando varias veces. Se trata, aproximadamente, de recorrer la ribera del Henares y volver por Los Cerros cruzando el puente del Zulema y el puente azul que hay a la altura del Instituto Nacional de Investigación Agraria. Son cerca de 24 kilómetros.
Me levanto a las 6:45 y, mochila de agua a la espalda, a las 7:10 ya estoy trotando. Por lo que sea, pronto me viene a la cabeza aquellas vueltas a La Ojeda (Palencia) de 34 kilómetros cuando preparaba mi primer maratón allá por 1.994 ó 95. Voy escuchando un bootleg de Sting. Cuando dice "A gentleman will walk but never run", sonrío y discrepo.
Llevo ya 6 kilómetros cuando llego al punto en que se daba años atrás la salida de la carrera Subida a Los Santos de la Humosa (¿volverá a celebrarse alguna vez?). Todavía hace fresco. El recorrido coincide con el de la carrera hasta la primera cuesta que sigue a la hondonada previa al subidón: la carrera gira hacia Los Santos, pero yo me vuelvo hacia abajo. Me como la primera barrita. Es poca la bajada. Pronto empieza la parte peor.
Decido subir por la "cuesta del gasoducto", andando pero sin parar. Más me vale andar. Una vez arriba sigo corriendo. La última vez vi un ave enorme (no entiendo de rapaces); esta vez me tengo que conformar con jilgueros, conejos y fauna más normalita. Otras veces he visto codornices, abubillas... Lo que no falta son flores, sobre todo amapolas, mantas de amapolas. Al borde del Ecce Homo, me paro para enviar un mensaje corto de felicitación de cumpleaños a alguien que se merece eso y mucho más. Nunca llevo el móvil, pero llevando mochila, no es molestia. Aprovecho y me como la segunda barrita.
Cuando llego al pie del Ecce Homo, las zapatillas ya van solas, se saben el camino. Muy cansado, claro. De hecho, sé que es una barbaridad meterse 24 kilómetros cuando a la semana muchas veces no los acumulo. Pero voy despacio y disfruto. En casi dos horas no he visto a nadie, pero a medida que me acerco al Zulema empiezo a cruzarme con ciclistas y corredores.
Eso es todo. Más de dos horas y cuarto. Con lo que no contaba era con la alergia. Y es que este año los niveles de polen de gramíneas están disparados. La rodilla tampoco está muy contenta. Ya solo quedan las tres des: ducha, desayuno (pantagruélico) y a descansar...

domingo, 16 de mayo de 2010

I Carrera Popular de Yunquera de Henares

Mira que me fastidia justificarme, pero ¿es que no voy a poder correr una maldita carrera sin algún contratiempo? Esta vez ha sido una lumbalgia. Estaba casi decidido a no ir cuando mi hija me dijo que ella quería correr. Así que no había opción. Fue el viernes, el sábado intenté recuperarme, pero hoy domingo solo estaba algo mejor.
A modo de declaración de intenciones me he ido al final (seríamos unos 250) y he salido al trote. He intentando correr, además de más despacio, arrastrándome, más que con zancadas largas. Esto, junto al relajante muscular y la pomada analgésica, ha conseguido que terminara con cierta dignidad.
Lo de la lumbalgia no es nuevo para mi, pero se ve que no aprendo. Así que he decidido firmemente incluir en cada plan semanal un par de sesiones de fortalecimiento de la musculatura superior. Palabrita del niño Jesús.
Y volviendo al tema del triatlón, esta semana he hecho la prueba de nivel de natación necesaria para poder acceder a las clases de perfeccionamiento tras el verano. Además, tras la carrera de hoy me he presentado a un par de miembros del Complutum Triatlón, para ver cómo funcionan. Me han comentado que no está demasiado organizado. Lástima. Mi gozo en un pozo: tengo que encontrar a alguien que me oriente sobre la cuestión de la bicicleta... pero cuando se me pase la lumbalgia.

lunes, 19 de abril de 2010

IV Miria Villa de Torija

De no haber sido por la lluvia, la de Torija hubiera sido una carrera más. Sencilla, poco masificada, tranquila y sin mucha más historia. Todo bastante normal, aceptable. El problema fue que llovió. En muchas carreras nos llueve y no pasa nada, pero ayer sí.
Sucedió que al comenzar la segunda vuelta empezó a llover a cántaros. Y de cara. Nunca había sentido dolor en los ojos de esa manera. Quizá solo me pasó a mi, pero fue verdaderamente desagradable. No es culpa de nadie, por supuesto.
Pero peor fue lo que pasó más tarde frente a la tienda de Celestino Viejo. El suelo (una maldita esquina que debería haber estado señalizada) era de terrazo. Y con la lluvia era como una plancha de hielo. Yo me caí, se cayó el que me seguía y los que le seguían no se cayeron porque nos vieron caer. Hubo muchas más caídas, desconozco si en el mismo sitio o en otro.
Afortunadamente, lo que pudo ser un accidente severo para alguien creo que quedó en magulladuras nada más. Espero que en próximas ediciones no vuelva a pasar.
Mi tiempo, unos segundos más que en Alovera, pero aceptable si tenemos en cuenta la lluvia y las cuestas.

domingo, 28 de febrero de 2010

XXXII Cross de San Gabriel

Por casualidad me enteré de la celebración de este cross, que se celebraba en casa, y para allá que nos fuimos a correr toda la familia. Teniendo en cuenta que esperaba una carrera familiar, de las de pasar el día, nota alta para el colegio San Gabriel por su buen trabajo. Y encima el día acompañó, después de la bomba meteorológica del día anterior. No entiendo bien por qué a los veteranos nos han hecho correr con juniors y mujeres, pero el que organiza manda...
He recordado un comentario que, haciendo el Camino de Santiago (en bici), nos hizo un ciclista entrado en años cuando llevábamos ya más de 20 kilómetros de Camino ese día: es duro este puerto cuando aún no has entrado en calor... Entonces me pareció casi broma. Pero con la edad comprueba uno que necesita mucho más tiempo para entrar en calor, así que los menos de 4 kilómetros de hoy no me han servido ni para entrar en calor, pero hemos pasado un buen rato. De ninguna manera hemos hecho 3.900 metros, como anunciaba el díptico: han sido (según don Google Maps) 3.270 metros. En 11'48"... que tampoco está mal.
La guinda la ha puesto la BRIPAC. No conozco ninguna carrera que no sea (nada menos que) el MAPOMA que tenga semejante espectáculo en su agenda. He dejado aquí el vídeo de los instantes finales del descenso del último de los 18 especialistas que nos han deleitado con sus saltos. Espectacular.

domingo, 21 de febrero de 2010

I Legua de Pastrana



Me gusta adaptar una bonita frase que leí en un refugio de montaña: "correr sintiendo el viento, la lluvia, la nieve es estar vivo, pero es, sobre todo, ser libre". La verdad es que no ha sido para tanto. Hacía frío y llovía, incluso hemos visto caer copos de nieve en el viaje de ida, pero lo cierto es que he disfrutado mucho con la I Legua de Pastrana y me ha hecho recordar la frase.
La organización ha sido excelente en todos los sentidos. Mi tiempo, muy bueno dado el prácticamente nulo entrenamiento desde Alovera y las constantes cuestas y giros. Los niños, más que agradecidos con los regalos. Y su padre, encantado de ver que uno de ellos era el mejor libro jamás escrito (no creo que haya que decir cuál es).
Como siempre hay que poner pegas, una sola: es para Pastrana, hermosa, pero poco adecuada para estas carreras por su orografía (lo que da más mérito a los organizadores), demasiado viraje a 180 grados.
Y una petición para la próxima edición: AC/DC a tope, genial, pero en las cuestas arriba, que es donde más falta hace.

martes, 26 de enero de 2010

Grandes misterios de la Humanidad: las agujetas


La Humanidad sigue sin resolver grandes incógnitas. Por ejemplo, ¿cómo escribían el cero los antiguos romanos? o ¿por qué la BIOS nos pide pulsar una tecla (Press any key to continue) cuando acaba de decirnos que no encuentra el teclado (Keyboard not installed)?

Pero mi incógnita desde hace días es mucho más dramática: ¿por qué tengo agujetas en los gemelos 8 días después de correr los 10 kilómetros de Alovera? No me habían durado tanto ni después de correr una maratón. O más bien, porque la causa me la imagino, ¿cómo hacer que desaparezcan?

He decidido adentrarme en los arcanos de las fibras musculares para buscar la explicación y tratar de darle solución. Antes de seguir, un aviso: no soy médico, siempre estoy al otro lado de la mesa (como asiduo paciente de traumatólogos y fisioterapeutas), así que todo lo que sigue no son opiniones autorizadas.

Resulta que las agujetas es el nombre coloquial que damos a un dolor muscular llamado dolor muscular de aparición tardía (DMAT) o dolor muscular post-esfuerzo de aparición tardía (DOMPAT). Estas siglas son solo para fardar, no dicen nada que no supiéramos. Tampoco es que agujeta me parezca un gran nombre: a mi no me parece un dolor parecido al de un pinchazo de aguja.


En la wikipedia se describen varias teorías sobre la causa de las agujetas. La teoría más aceptada es que son debidas a la rotura de microfibras musculares por hacer un ejercicio al que no están habituadas. Pero también he leído que la causa es la microrrotura o microdesgarro de fibras musculares. Lo cual me causa desasosiego: ¿se rompen un poco las fibras o se rompen mucho las microfibras? Igual da igual. Como corolario, deduzco que la rotura de fibras es lo peor que te puede pasar y la microrrotura de microfibras debe pasar desapercibida, excepto en caso de úlcera gastroduodenal.

A pesar de ello, parece fácil de entender: usas algo mucho y se rompe. Pero el artículo va más allá. También descarta la teoría clásica de la acumulación de ácido láctico, que nadie entendíamos en absoluto, pero que todos sabíamos explicar como si la hubiéramos parido.Resulta que ácido láctico no puede ser, entre otras razones, porque unos señores han mirado a unos deportistas con mucho cuidado y allí no había cristalitos. Luego estamos ante una leyenda urbana. Y lo más duro del asunto es que el remedio del vasito de azúcar ya no tiene ningún fundamento, porque no es cuestión de tragar glucosa. Yo era más de zamparme una napolitana que de beberme un vaso de agua dulce, lo que dice mucho de mi: si el remedio no funciona, por lo menos que esté rico. Pero ya no me vale la excusa.

Llegamos por fin al quid del asunto: si lo que pasa es que rompen las microfibras ¿cómo las reparamos? es decir ¿cómo podemos reducir su intensidad o acortar su duración? Pues exhaustivas investigaciones recomiendan darse masajes. Si no es suficiente, un poco de frío alivia el dolor y, cuando el dolor es intenso, algo de ibuprofeno es lo más recomendable. En resumen, y por este orden: masajes, frío e ibuprofeno.

Lamento no haber encontrado un remedio más definitivo, pero es lo que hay. No quiero terminar sin una perla que encontré buceando en algún foro:

...me encantan las agujetas, menos en los gemelos porque son peores que las de las piernas, que no te dejan andar y la de piernas andas mal pero andas.

domingo, 17 de enero de 2010

10 km. de Alovera

Hete aquí mi tipo de carrera preferida: asequible, sin errores de bulto y no masificada (410 almas, según la clasificación general). El tiempo (atmosférico) feo, pero podía haber sido peor: ni hacía viento ni llovía realmente. La temperatura, unos siete grados.

El circuito consistía en tres vueltas iguales por el pueblo de Alovera, con una distancia total bien medida (a decir de la mayoría) y kilómetros (salvo el cuarto) bien señalizados.

Y la bolsa de regalos, más que aceptable. Un 9 al club de atletismo de Alovera. Hemos corrido con chips de ConChip, en cuya web tenemos la clasificación.

Al hacer la inscripción, te pedían una estimación del tiempo: marqué la opción entre 38' y 40'. Clavado: 38'55'', un ritmo medio de 3'53''. Me hubiera gustado equivocarme y que fuera menos, pero habrá que ir pasito a pasito. No está mal 533 purdies para empezar.

domingo, 10 de enero de 2010

Buenas intenciones


Al contrario que la mayoría de los bípedos, me levanté el día 1 de enero con la sana intención (masticada y digerida desde hace meses) de hacer en 2010, deportivamente hablando, menos de lo que me habría propuesto en cualquier otro año anterior. Bajé el listón por primera vez, vaya. Es lo que tienen la edad y las lesiones. Una vez asumidos como inevitables los problemas de las rodillas, solo me queda correr menos, menos kilómetros y menos rápido... pero nadie me ha dicho que no pueda pedalear y nadar más. De forma que busqué un plan de triatleta principiante que me pareciera asequible y... mañana es el día.

Ciertamente no empiezo de cero. He entrenado suavemente en los últimos dos meses. E incluso corrí la San Silvestre de Azuqueca de Henares y subí al Ecce Homo al día siguiente. Y disfruté, como siempre, claro. Más despacio, pero disfruté. En la primera carrera no tanto por mi como por mi hija, que incluso se trajo un trofeo a casa; en la segunda por volver a coincidir con tantos conocidos.

Animado, volví a mirar calendarios de carreras y me encontré con los 10 km. de Alovera el próximo 17 de enero, aquí al lado. Y tirando un poco más del hilo, me encontré con el I Circuito de Carreras Populares de Guadalajara, del que forma parte la carrera. Y me ilusionó al instante: carreras "cortas", competitividad (puntos) asegurada y lugares bonitos de la provincia vecina que revisitar con la familia. Hecho para mi, sin duda. Y ya me he inscrito, en la carrera y en el circuito.

No sé con qué frecuencia publicaré en este blog, pero al menos quiero hacerlo para comentar cada una de las cinco carreras del circuito:
  1. Alovera (17 de enero)
  2. Pastrana (21 de febrero)
  3. Torija (18 de abril)
  4. Yunquera (23 de mayo) y
  5. Villanueva de la Torre (20 de junio)
Ci vediamo.