miércoles, 28 de diciembre de 2011

Mi primera temporada


No sé si será algo común o solo me pasa a mi, pero hasta mes y medio después de haber corrido en Nueva York no me ha vuelto a apetecer participar en nada. Es como si me hubiera dado un atracón y hasta ahora no he terminado de hacer la digestión. Algo parecido, me contaba un compañero del club, le ha pasado a él este año tras terminar su primer Ironman.

Es de suponer que algo habrán tenido también que ver la sobrecarga de trabajo y el accidente, porque aparte de una leve actividad deportiva, me he limitado a darle vueltas a la cabeza y perfilar cómo debería ser mio primera temporada como triatleta 100%. Pero finalmente me he decidido a apuntarme a la San Silvestre de Azuqueca de Henares, y de rebote se ha apuntado toda la familia. Así que el fin de año será muy deportivo, y el principio también, ya que no pienso perderme la subida al Ecce Homo.

Concreto un poco lo de perfilar la temporada: lo que he hecho ha sido fijar unos objetivos, globales y parciales. El primer objetivo global es simple, aunque se me hace muy asequible: terminar un triatlón olímpico. Es un objetivillo. Si no lo alcanzo me hago monje. Por eso tengo un segundo objetivo global en la recámara, bastante menos asequible: terminar un medio IM o triatlón asimilable. Lo malo es que en este momento este objetivo se me hace un poco exagerado. Pero dependerá de cómo progrese porque, en todo caso, lo planifico para el final del verano.

Lo más divertido serán los objetivos parciales. Los he fijado para ciclismo y natación solamente, tres por cada una de las dos disciplinas. Los hay de cantidad (3.000 m. nadando o 130 km. en bici), pero también de calidad (100 m. en tal tiempo o un ritmo medio en bici durante 2 horas -obsérvese que no doy cifras, no me atrevo-). En cuanto termine el apuro en el trabajo de estas semanas espero ponerme manos y piernas a la obra. Y falta me va a hacer porque todos los tiempos que mido son un poco deprimentes.

Una última cuestión que he tenido que empezar a resolver es la del material de invierno. Salir con la bici a casi 0 grados es poco menos que asegurarse los catarros: culote largo de invierno, cubrezapatillas, guantes... así que los Reyes van a venir cargados de material, pero como seguimos en crisis, sin lujos: nada de carbon-o.