domingo, 22 de junio de 2014

Astromad 2014

Quiso la casualidad de que el Astromad 2014 se celebrara a falta de tres semanas para enfrentarme al objetivo del año (deportivamente hablando, podría decir que de mi vida). Así que, después de perder interés por el Ecotrimad este año, una prueba a tres semanas parecía la mejor forma posible de medir tus fuerzas y, saliendo bien, coger confianza. Otro aliciente es que no iba a ir solo, sino acompañado de diez compañeros en la prueba y unos cuantos más animando durante toda la prueba (cómo se agradece).

Mi planteamiento desde la salida era conseguir sensaciones positivas, ir relativamente sobrado todo el tiempo, no darlo todo, para terminar con la confianza de que podría seguir. No sé si es el planteamiento más acertado, pero eso hice. No salí plenamente contento, pero después de casi una semana molido por una infección respiratoria, creo que voy disfrutar en Vitoria y espero no tener mayores problemas en convertirme en finisher. Que te lo diga todo el mundo es bonito, pero uno tiene que creérselo.

La natación mal, como siempre. Es más, volví a tener esa desagradable sensación de angustia durante los primeros centenares de metros. Contribuyó a ello que no nos dejaran calentar. No me había pasado en Elche, pero allí pudimos calentar. Lo positivo es que bracee unos metros y la cabeza venció a la cabeza. Y también es positivo el hecho de que saliera en una posición relativa mucho más avanzada que en Elche. Después del clinic, hay elementos de la brazada y la patada que me gustaría mejorar, pero ya es tarde. Lo dejo para el año que viene.

La bicicleta daba un poco de miedo a priori, por aquello de que había un tramo de carril bici. Pronto vimos que tampoco era tan grave. La cosa me salió bien. Salí escopetado (error) y en cada vuelta fui perdiendo algo de fuelle (en parte porque decidí relajar un poco: acierto). Pero el caso es que llegué bastante entero a la carrera a pie. Una media de más de 34 km/h. siempre es gratificante, pero lo mejor es bajarte de la bici con ganas de correr. Como dice Carlos, empiezas a sentir confianza en terminar el IM cuando haces 90 km (80 en realidad) y no te parece nada del otro mundo.

Lo único malo eran las molestias en las lumbares de ir acoplado la mayor parte del tiempo. Ya veremos qué dice la espalda cuando la distancia sea el doble.

Y la carrera a pie, pues muy positiva. Qué narices: genial. Mantuve un buen ritmo (aproximadamente 4:20) y constante. Afortunadamente Guille me había sacado tanta distancia que no tenía "necesidad" de apretar para cogerle porque no le iba a coger. Y a Juanjo ni en sueños. Llegue con ganas de beberme un barril de algo, pero lo positivo es que hubiera podido seguir a ese ritmo unos cuantos kilómetros más. Lo que buscaba, vaya.

Si nos vamos a las cifras, chapó. Natación del montón, pero no atrás del todo, bicicleta de la mitad para adelante y carrera a pie... entre los veinte primeros. La posición relativa, algo mejor que la de Elche. Y respecto a las diferentes clasificaciones, nada que hacer en mi categoría de veterano 1, pero con un año más hubiera quedado cuarto, a 40 segundos del tercero. Y en mi grupo de edad, donde he sido quinto, al año que viene sería segundo. Me gusta la perspectiva...