
El día comenzó fresquito, pero el calor fue poco a poco apareciendo, sin llegar a molestar en ningún momento. El trazado de la carrera ha cambiado un poco respecto a los años anteriores, pero a mi me parece igual de llana que siempre, no sé. Hay alguna subida levísima y zonas adoquinadas, pero es un buen circuito para hacer marca.
La organización me pareció, como en años anteriores, a un buen nivel. Me permito sugerir (como casi siempre) que a algunos la talla XL no nos vale, pero qué se le va a hacer: ya tengo otra camiseta (un polo, mejor dicho) para regarlarle a algún amigo o familiar.
También tengo una propuesta para la RAE: donde dice que omnipresente es un atributo solo de Dios, que diga 'de Dios y de mi mujer y mis hijos'... Siempre les digo: podéis verme en cuatro sitios, pero acaban estando en diecinueve. Creo que corren más que algunos que terminan la carrera. Un día me lo van a considerar una forma de doping y me van a descalificar.
Comentario negativo: en la carrera me vi encerrado en grupo ávido de grandes marcas. Ya me fastidian los corredores que te adelantan y se estancan delante de ti a medio metro porque no pueden más, no digamos cuando es un grupo. Recibí algún codazo, se medio cerraban... no lo entiendo. Me tuve que descolgar y salir a un lado para poder correr tranquilo. Me dieron ganas de apretar y dejarlos en el sitio a todos.
Y como broche, las cervezas con los amigos de Maratid-Valladolid, que además de ser unos tíos majísimos y dominar el mix running+technology gadgets (apunta esto, Salva, te puede hacer falta), son unas verdaderas máquinas.